Tuesday, March 9, 2010

Tragedia griega en España

Se ha escrito sin pausa en la prensa española e internacional sobre la grave situación económica actual, sus increíbles orígenes, sus dañinas consecuencias inmediatas y con relación a algunas de sus más sorprendentes secuelas. Hoy ya nadie discute que la crisis representa la más penosa situación, en especial en materia de desempleo y penuria social para millones de familias, desde lo acontecido en la Gran Depresión del siglo pasado.

La mayoría de los economistas, centros de investigación, bancos centrales y organismos internacionales se equivocaron todos en materia muy grave: no vieron venir la crisis, y una vez iniciada, tampoco comprendieron su verdadera dimensión. Todos, casi al unísono, se empeñaron en hablar durante muchos meses de que se trataba sólo de una desaceleración cíclica del ritmo de actividad. Los pocos que opinaban lo contrario, fueron tildados –por lo menos- de catastrofistas.

Los políticos de turno intentaron en una u otra ocasión negar, disminuir o desdibujar la compleja realidad, probablemente a sabiendas de que la gran mayoría de la población estaba ya sufriendo, y sufriría aún más, las consecuencias de actos de irresponsabilidad sin precedentes por parte ellos mismos y de otros contados actores económicos y sociales, encabezados por unos cuantos banqueros, constructores y diversos agentes especuladores.

Pero la cruda realidad, más de 24 meses después de haberse iniciado formalmente la Gran Recesión y de millones de millones de dólares gastados en rescate de bancos y paquetes de estímulo fiscal, sigue mostrando los daños –en muchos casos irreparables-causados. En efecto, en febrero de 2010 en EE.UU se destruyeron 36.000 puestos de trabajo y en España más de 80.000. Reconocidos académicos advierten que millones de los trabajos destruidos nunca se podrán recuperar. El presidente de la firma OHL, una de las más prestigiosas empresas constructoras en España, afirmó que 1.000.000 de empleos locales perdidos en la construcción no volverán a crearse. Muy grave para una economía que adolece de competitividad y productividad a nivel internacional.

Pero, con alta probabilidad, cosas aún más graves podrían ocurrir. En el caso griego, por ejemplo, el nuevo gobierno elegido en octubre anterior ha tenido que enfrentar en los últimos meses la más cruda afrenta financiera en los mercados internacionales al haber constatado que las cifras económicas oficiales habían venido siendo manipuladas y falseadas; en particular, el déficit fiscal del país –se comprobó- es de cerca del 13% del PIB y no inferior al 4% como se hacía creer sólo hace algunos meses. La UE sólo permite que sus miembros registren –como máximo- 3% de déficit.

Como consecuencia de lo anterior, Grecia ha tenido serias dificultades para refinanciar vencimientos próximos de su cuantiosa deuda externa –superior en un 130% al PIB- y, no obstante haber recibido el apoyo político claro de Alemania y Francia, parece estar condenada a pagar un interés con una enorme prima por encima de los niveles de la deuda de otros países de la zona Euro. Esta situación le está acarreando a Grecia aún mayores problemas de financiación, los cuales podrían llevarla a una situación insostenible; muy probablemente el país se verá en la necesidad de ser rescatado de manera formal de su propia crisis, tal y como hemos visto ha ocurrido con muchos bancos en el pasado reciente. La UE y el FMI tendrían que salir a su rescate.

Aún así, para muchos analistas independientes la situación es aún más grave. El profesor Martin Feldstein, de la universidad de Harvard, declaró el pasado 12 de febrero que el Euro no estaba funcionando. Días más tarde, el financista George Soros aseveró que la moneda común se podría desintegrar a no ser que la UE se transformara en una verdadera “Unión Política”.

Otros observadores independientes y de indiscutible prestigio académico van aún más lejos. El profesor de Princeton Paul Krugman, por ejemplo, dijo en su reciente columna del New York Times “Anatomy of a Euromess” ( 9 de febrero de 2010) que “…si bien es cierto que Grecia está contra la pared…el tamaño de su economía es muy pequeño…” para causar una grave e irremediable crisis en el Euro. Desde el punto de vista económico, continuó escribiendo el Dr. Krugman “…el corazón de la crisis está en España, cuya economía es mucho más grande…”.

Y, evidentemente, si -como lo creemos- los supuestos utilizados por el Gobierno del Sr. Zapatero y su ministra de Economía la Sra. Salgado no están correctos, cuando justifican el mejoramiento de la actividad económica en España en el curso de los próximos trimestres, la realidad terminará siendo que el mayor reto para Europa y para el Euro podría ser la grave encrucijada fiscal y financiera en la cual se podría encontrar España en los próximos semestres. Sin duda, ella podría ser la verdadera tragedia griega. Para evitarla, debería pedírsele a la sociedad entera, especialmente a los más ricos –y en particular a las grandes empresas que usufrutuaron los años de las “vacas gordas”- una contribución tributaria única y especial. A manera de reinversión modesta -para ellos- de enormes utilidades acumuladas en los años anteriores. Sería un noble gesto -además de indispensable, creemos- para el futuro despejado y la estabilidad vital del país hoy en entredicho. Con soluciones como los “paños de aguas tibias” que se discuten al más alto nivel por estos días en el seno de los partidos políticos no se iría a puerto seguro.

1 comment:

  1. Gracias Don Javier por mantenernos informados de maniobras que a la luz meridiana serian ininteligibles para nosotros los legos en economía. Si alguien os tilda de alarmista, no lo escuchéis: ha sido la complacencia y el desinterés de los pueblos lo que ha producido el colapso de los imperios del pasado. España, nuestra madre patria, merece: con todo su pueblo egregio, un futuro digno entre las naciones poderosas. No es posible que los errores de criterio de unos pocos banqueros sean cohonestados por un estado permisivo. Ayer paso en la cámara una pieza de legislación que en USA limita el poder omnímodo de los bancos; los cofres del pueblo no serán usados para salvar los intereses privados de entidades bancaria que remuneran la práctica de “jugar de la ruleta” con la plata de los clientes, que ha hecho el gobierno de España?
    Lector asiduo y estudioso de la historia
    JBC

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