Sunday, November 1, 2009

El consumo y la inversión productiva no reaccionan



El problema es severo. Como lo podemos observar en el gráfico anterior, que ha sido tomado del Instituto Nacional de Estadística español, el gasto en consumo y la inversión continuan deteriorándose de manera significativa luego de varios años de crecimiento sostenido. Debemos recordar que las dos variables mencionadas -consumo e inversión- constituyen el grueso del Producto Interno Bruto -PIB- de toda economía. Lo anterior explica que, como es de esperarse, el PIB español haya decrecido en el 4,1 por ciento al finalizar el tercer trimestre de 2009 con relación al mismo período de 2008.

Naturalmente, lo contrario viene ocurriendo con la tasa de ahorro de las familias. Como sabemos, el ingreso disponible familiar que no se utiliza para el consumo se convierte de manera automática en ahorro. A finales del tercer trimestre de 2009 la tasa de ahorro de las familias españolas era equivalente al 17,5 por ciento de su ingreso disponible, y era marcadamente superior a la tasa de ahorro que era del 10,5 por ciento a comienzos de la actual crisis -primer trimestre de 2008-.

Por lo anterior, no obstante que el aumento del ahorro es un hecho positivo en el más largo plazo para toda economía -pues el ahorro es la base de la inversión productiva a mediano y largo plazos-, en el corto plazo y en medio de la actual contracción de la economía española, el veloz aumento de la tasa de ahorro se reflejará en un mayor deterioro futuro del consumo y, por ende, de la demanda agregada y del PIB.

Al mismo tiempo que lo anterior viene ocurriendo, el índice de confianza -tanto de consumidores como de inversores- se viene deteriorando también en la economía española. Es natural que ante dicho panorama tanto los unos como los otros se sientan pesimistas y, como consecuencia, tengan la tendencia a limitar aún más en el futuro sus gastos de consumo y de inversión. Este es el efecto "bola de nieve" que hay que detener e invertir si es que se desea volver al camino del crecimiento económico sostenible. El problema es que lograr este objetivo es sumamente díficil en el caso que nos ocupa, especialmente cuando se ha destruído la confianza de los principales actores económicos. Para tener una idea de la magnitud del problema que se afronta en España, sólo basta constatar que la economía del Japón ha perdido las dos últimas décadas como consecuencia de no haber podido manejar con solvencia y efectividad problemas -muy similares a los existentes en España- en sus sectores de la construcción y de la banca. Se permitieron enormes abusos y no se reguló con efectividad la actividad económica, especialmente aquella dominada por sectores monopólicos ó claramente ineficientes.

Por lo anterior, es imperativo que el gobierno español trabaje sin ahorrar esfuerzo alguno para recuperar la confianza en su economía. No se trata solamente de otorgar subsidios pasajeros para la compra de vehículos como se viene haciendo en la actualidad -a un enorme costo fiscal y social-, esperando con ello que las cifras del consumo parezcan mejores en el corto plazo. No es conveniente que se trate de engañar de esta manera a la sociedad. Lo que se requiere, es un esfuerzo doloroso, profundo y continuado para restructurar una economía que no es ni competitiva internacionalmente -limitando así su fuente de crecimiento externo-, ni eficiente ni productiva internamente -perpetuando de esta manera sus altísimos niveles de desempleo- los cuales, entre otras cosas, se encontraban a niveles socialmente inaceptables a finales de octubre de 2009. Recuérdese, por ejemplo, que la tasa de desempleo para los menores de 25 años en España es ya superior al 40 por ciento, al paso que aquella para hombres y mujeres -en promedio- se encuentra alrededor del 19 por ciento, representando no sólo la peor tasa de paro en Europa sino una de las más altas en todo el mundo.

En síntesis, la economía española no se puede dar el lujo de permitir un continuado deterioro en sus signos vitales: el empleo, el consumo y la inversión productiva. Se equivocan quienes piensan que la actividad económica se recuperará en el país al paso de la recuperación en Europa o en otros continentes. Ello no será así pues los problemas que se afrontan son en gran medida de "cosecha interna". La solución a esta crisis está, entre otras acciones, en una inversión masiva y de largo plazo en formación de recursos humanos productivos; en investigación y desarrollo; y en mejoramiento notable de la competitividad internacional. Lo demás constituye sólo malgasto de escasos recursos valiosos, en ayuda de políticos con visión de muy corto plazo.

2 comments:

  1. I couldn't agree more. Workers on PARO prefer remaining on PARO and doing some side work for cash in hand. Similarly the well known ability to "have a depression" and go on sick leave for 6 - 8 months knowing that your employer can do nothing about it is incredible. Even if they send in a complaint to the labour office is take 3-5 months before they have resources to read it!

    Despite the many management schools and alumni, management rapidly falls back into bad habits, endless meetings and poor productivity, "Spontaneous Management Style" is my political name for the way things are run in Spain.

    Add to all this that the banks are still with holding credit from consumers and you get an economy ready to plummet with no end in sight.

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  2. Es interesante comparar España con Japon. Claro que en cierto modo se parece por la burbuja brutal del ladrillo (ademas de la segunda ola que vendrá del ladrillo comercial). Pero alli acaba las simulitudes.

    Primero Japon era/es pais eficiente con alto nivel de productividad, desarollo industrial (alta technologia, industria pesada y simplemente lider in muchos sectores), educacion y I+D. Esto sumando a un pais con superavit enorme de cuenta corriente y netamente exportadora. Ademas de tener control total de su moneda.

    Ninguno de estos caso se aplica a España y es que no por el asomo. Cierto hay una industria farmaceutica saludable y pero poco mas.Todos los sectores sufren - en especial los relacionado con el ladrillo. Otros sectores como la alimentaria nacional esta a la defensiva en todos los frentes, al igual que las hosteleria y turismo.

    El unico sector de la economia española boyante es la industria burrocratica- que es el mas empleo da.

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